Repaso a algunas de las traiciones más celebres de la historia de la NBA.
La
puñalada del hijo pródigo
Lebron
James fue seleccionado en el número 1 del draft de 2003 por los
Cavs. Equipo que le dio, desde que David Stern dijo su nombre aquella
noche de elecciones, el mando y el liderazgo del vestuario. Una
franquicia que creció al son de Lebron, y que no dudó en rodearle
de grandes jugadores. En 2009, sin ir más lejos, ficharon a
Shaquille O'Neal. La afición estaba totalmente entregada a él, era
más que un ídolo en Ohio, el estado que, además, le vio nacer y
crecer. Lebron era Cleveland y Cleveland era Lebron. Por ello, cuando
en 2010 quedaba como agente libre y decidía poner rumbo a Miami
dejando huérfanos a los Cavaliers, la afición se sintió
tremendamente traicionada por el alero, que les abandonaba antes de
haberles hecho campeones. Uno de los aspectos que más enfureció a
los seguidores de los Cavs fue que James hiciera el anuncio de su
marcha en una entrevista en televisión. Casualidades de la vida, esta temporada Lebron ha decidido regresar a Cleveland... y con ello parece que todo el mundo allí considera suturada la herida.
Una
baja que refuerza al enemigo
Tras
su paso por los Sonics y los Bucks, Ray Allen aterrizó en Boston en
2007 en busca del anillo que nunca había podido conseguir, y que en
doce temporadas en la NBA apenas había podido siquiera luchar. Los
Celtics, en un intento por olvidar los años a la deriva que
llevaban, juntó al escolta con Paul Pierce y Kevin Garnett, formando
un Big-Three que les devolvía a la élite baloncestística. Y esa
misma temporada se llevaron el campeonato. Las cuatro temporadas
siguientes, llegando siempre como mínimo a semifinales de
conferencia, el anillo se les resistió. Además, un equipo comenzaba
a emerger en el Este como un gigante dominante. No eran otros que los
Miami Heat, que habían eliminado a los de Boston en las dos últimas
temporadas. Por ello, la marcha de Allen al mayor rival de los
Celtics en el Este, fue considerado una alta traición en la
franquicia donde había conseguido su único anillo hasta entonces.
Compañeros como Pierce y Garnett le atacaron, e incluso dejaron de
hablarle.
Una
mala apuesta
Stephon
Marbury llegó a Minnesota vía traspaso en el draft de 1996. Los
Timberwolves apostaron por el joven base en su nuevo proyecto, hasta
el punto de que en 1998 traspasaron a Tom Gugliotta para poder tener
margen salarial y ofrecer una suculenta renovación a Marbury, con la
intención de crear un tándem con él y Garnett. Pero la historia
acabó antes de empezar: “Starbury” se rebeló contra el
entrenador, Flip Saunders, y puso a la plantilla contra él, y poco
después de crear el motín adelantó su intención de no renovar y
abandonar Minnesota como agente libre. Los Timberwolves se vieron
obligados a traspasarle antes de que ésto ocurriese, viendo como el
jugador por el que habían apostado les abandonaba poco después,
dejando además un reguero maloliente en la franquicia.
Una
destitución “mágica”
Brian
Hill llegó al banquillo de Orlando en 1993. Desde su llegada
consiguió meter a la franquicia en playoff, llegando incluso en 1995
a disputar las Finales de la NBA. En 1996, cosechó el récord de
victorias de la historia de los Magic, con 60 triunfos. Con este
cartel, cualquiera pensaría que Hill era absolutamente intocable en
Orlando. Pero la siguiente temporada el sueño se haría añicos. La
marcha de uno de los pilares del equipo, Shaquille O'Neal,
desestabilizó al conjunto de Florida, y varios jugadores, con Penny
Hardaway a la cabeza, traicionaron al técnico y se rebelaron contra
él, consiguiendo que fuese destituido.
“Aquí
no juego”
Hay
varios casos de jugadores que, una vez drafteados, se han negado a
jugar en el equipo que les ha seleccionado y han forzado un traspaso,
traicionando así la confianza puesta en ellos. Algunos de los casos
más destacados son el de Kobe Bryant, que se negó a jugar en los
Charlotte Hornets, o el de Dominique Wilkins, que hizo lo propio con
los Utah Jazz. Quién sabe si ante una decisión distinta de Wilkins
se podría haber visto un tridente en Salt Lake junto a Karl Malone y
John Stockton, o la historia hubiera sido muy distinta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario