Antoine
Walker fue uno de los jugadores con más calidad técnica de su
época, pero terminó desaprovechándola a base de indolencia y falta
de trabajo. A sus 38 años, el alero podría continuar jugando en la
NBA. Varios jugadores en la liga tienen su edad, y por falta de
talento o de calidad no es por lo que el alero se retiró de las
canchas en abril de 2012. Una estrella en su época, Walker
se acomodó y pecó de falta de trabajo duro, algo indispensable en
una liga como la estadounidense. Gran parte de su carrera convivió
con problemas de sobrepeso, especialmente desde su salida de los
Celtics.
Sin
embargo, siempre compensó ese mal estado físico con un talento
extraordinario y una capacidad triplista portentosa, que le valió
para ser campeón de la NCAA y obtener el número 6 del draft de 1996
para llegar a la NBA. Le eligieron los Boston Celtics, donde Walker
hizo una dupla casi mítica con Paul Pierce, que a pesar de conseguir
clasificarse únicamente dos veces para playoffs fue de fantasía, y
a la que sólo le faltó un anillo para ser absolutamente redonda. El
alero pasó en Boston siete temporadas, logrando promediar 20.7
puntos, 8,6 rebotes y 4 asistencias por partido. Unos números que le
valieron para ser 3 veces all-star, una de ellas como titular, así
como para ser incluido en su primera temporada en la liga en el mejor
quinteto de rookies de la NBA. Entre los años 2000 y 2003, Walker
llegó a promediar más de 40 minutos por partido, mostrando que por
aquel entonces sí se encontraba en un gran estado físico. En la
2001-02 incluso fue el jugador que más minutos disputó en toda la
liga.
En
verano de 2003 los Celtics le traspasaron a los Mavericks, comenzando
un periodo irregular para el jugador. Toine, como era conocido,
asegura que el día que le comunicaron que no seguiría en Boston
lloró profundamente, una muestra del apego y arraigo que el jugador,
nacido en Chicago, llegó a sentir por la ciudad y el equipo de
Massachussets. En Dallas no acabó de arrancar, sus numeros bajaron
algo y la franquicia tejana decidió traspasarlo al final de 2004 a
Atlanta. La 2004-05 la comenzó en los Hawks, que a pesar de
promediar unos buenos 20.4 puntos y 9.4 rebotes por partido
decidieron enviarlo a Boston a mitad de temporada. Walker terminaría
así aquella temporada en la que durante tantos años había sido su
casa. Pero al final de aquella temporada, su carrera dio un nuevo e
inesperado giro. Un traspaso a 5 bandas y que incluyó hasta a 12
jugadores, el más numeroso en la historia de la NBA, acabó con el
alero en Miami Heat.
Dos
temporadas estuvo Walker en Miami, una con luces y otra con sombras.
En los Heat vio cómo por primera vez en su carrera su rol en un
equipo era más de secundario que de jugador principal. Secundario de
lujo, eso sí. En la primera temporada con los de Florida logró el
que fue su único anillo como campeón de la NBA, en un equipo que
lideraban por aquel entonces Shaquille O'Neal y Dwayne Wade. La
segunda temporada, sin embargo, fue la de su auténtico declive. El
jugador cogió algunos “kilos de más” que se notaban en pista y
le hacían más lento. En Miami se dieron cuenta del bajón del
jugador y en 2007 le traspasaron a los Timberwolves.
“Soldado
Universal”, como apodó Andrés Montes a Walker, vivió su última
temporada en Minnesota. Allí apenas jugó 46 partidos en la 2007-08,
donde su rendimiento fue muy bajo, muestra de que sus problemas
físicos y su mal estado de forma eran cada vez más evidentes. Al
final de ese año vivió un nuevo traspaso, esta vez a los Grizzlies,
quienes cortaron a Antoine antes de comenzar la siguiente temporada,
por lo que no llegó a debutar con los de Memphis. Por cierto que en
ese traspaso los Grizzlies enviaron a Minnesota los derechos de Kevin
Love, entre otros jugadores.
Antoine
Walker, una vez cortado en 2008 y con un pésimo estado de forma,
buscó equipo pero ya nadie apostó por él en la liga. A partir de
entonces comenzó un auténtico infierno para el alero, que además
de sus problemas físicos veía como se le agotaba la fortuna que
había amasado durante años en la NBA. Walker tuvo enormes problemas
de deudas, perdió losmás de 80 millones de dólares que llegó a
ganar como profesional, llegando a declararse en bancarrota en 2010 y
siendo condenado en 2011 a cinco años de libertad condicional y a
pagar 500.000 dólares por deudas con casinos.
Al no
recibir ofertas de ningún equipo en la NBA, probó en la liga de
Puerto Rico, donde apenas estuvo dos meses en 2010, y en 2012 llegó
a enrolarse en los Idaho Stampede de la NBDL, la liga de desarrollo
estadounidense, a la espera de una llamada de algún equipo
profesional. Una llamada que nunca llegó, entre otras cosas porque
por entonces Walker llegó a pesar hasta 20 kilos más que en su
etapa en Boston. En abril de 2012 anunció su retirada definitiva de
las canchas.
Recientemente
ha asegurado haber solucionado sus problemas de deudas y encontrarse
al menos en una situación estable económicamente, afirmando que ha
aprendido mucho de esta difícil etapa de su vida. Incluso llegó a
ofrecerse el verano pasado vía twitter como entrenador para los Celtics,
tras conocerse la marcha de Doc Rivers a los Clippers.
Antoine
Walker, genio y figura, si bien es la prueba de que el genio es algo
que no se pierde, pero la figura es algo que hay que cuidar para
poder rendir al máximo.
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